Sei Mong Se Jun

Pinceles cargados recorren lienzos. Decenas de ojos, centran su atención sobre la modelo que luce desnuda, impertérrita y quieta. La impronta de sus formas se deslizan, bajo diestras manos que se mueven como bandada de palomas, y se fijan, progresivamente, en el corazón de los caballetes.

Jiney, una bella adolescente cuya principal motivación, y única diría, está en la fotografía, deposita, ahora, todos sus sentidos sobre la tela. Anson, su compañero en la escuela de arte, la observa: Jiney, es sumamente atractiva a sus ojos.

Al finalizar la clase, Anson trata de abordarla. Jiney, no muestra el más mínimo interés ni ánimo para entablar un diálogo; corta de plano cualquier intento de acercamiento y deshecha, sin miramientos, una invitación. Jiney, señala a Jasmine, su prima, que los observa; ya tiene una cita pactada. Se va con ella. Anson, las mira alejarse, no sin antes recibir un "fuck you", no muy sutilmente, por parte de una molesta Jasmine.

Jiney y Jasmine son muy unidas, en un plano que va mas allá de lo sanguíneo, amical y de su afición por la fotografía... Buscan temas urbanos, pero parecen hartas de no encontrar elementos nuevos. Jiney, encuentra un estupendo ángulo y click... Sola, en el cuarto oscuro de revelados, Jiney, fumando insatisfacciones no siente que la toma tenga algo especial. Se siente obnubilada, vacía, sin ánimos. Escucha el llamado de su madre; prefiere no oir; apaga con premura el cigarrillo al sentir sus pasos aproximándose.

Mira a su madre con la misma frialdad que lo haría con un objeto inanimado. Le puede dar todo lo material menos lo más importante...

Con su monotóna y gris vida, a cuestas, recorre las calles. Su mirada denota una tristeza interior que ella apenas entiende, como una herida mal cicatrizada... Un accidente fortuito estaría a punto de cambiarle, radicalmente, la existencia. Es testigo de un accidente automovilístico; el ocupante del vehículo luce herido; en el suelo, yace una mujer. La escena la asusta y desvía su mirada. La conciencia vuelve en forma de una cámara fotográfica que aparece a su siniestra. Se coloca tras el lente, asustada o atraída saca una y otra toma, y capta el instante final, la muerte.

Tras una breve discusión con Jasmine cree haber encontrado su toma ideal. Pero después no lo considera así, aunque despierta en ella, cierta fascinación por la muerte, por el momento exacto de la muerte...

Así empieza Sei Mong Se Jun (Abnormal Beauty) con Race Wong, que encarna a una rebelde adolescente cuya interés parece centrarse ahora en la muerte. Los flash backs, muy bien colocados, recrean genialmente instantes de su pasado que nos ponen al tanto de su conducta actual. Una película con escenas fuertes (snuff) y sutiles toques lésbicos que le dan un aire peculiar e interesante.

Una escena a destacar es cuando Jiney toma el preciso instante en que una adolescente se suicida. Con una pasmosa seguridad sigue el recorrido... Imperdibles y muy fuertes, por cierto, las partes snuff.

Descubrir su pasado, tiene un precio muy alto. Enfrentar sus temores se vuelve una verdadera pesadilla. Un thriller psicológico con cierto aplomo, toques snuffs y con un quiebre inesperado. Recomendable. Tiene un aire a "Tesis", "Torero" y a "Bajos Instintos" (leves brisas).

Una película que se aleja de los convencionales temas adolescentes del cine americano y que nos acerca al cine tailandes del director Oxide Pang Chung y como productor a su hermano Danny. Ambos, son los realizadores del famosisímo The Eye. En esta película (Sei Mong Se Jun), también se encargan de la fotografía, música y edición. Una película recomendable para verla en casa y con los cinco sentidos puestos en ella. El suspenso es buenísimo.

(A nuestro país llegó con el título de "La hija del Diablo", que la verdad no me parece el título más apropiado.)

AB-NORMAL BEAUTY
(Sei Mong Se Jun)

Dirección y Guión: Oxide Pang
Producción: Danny Pang

Cast:
Race Wong (Jiney)
Rossane Wong (Jas)
Anson Leung (Anson)
Michelle Mee (Mamá de Jiney)

Tailandia - Hong Kong, 2004, 101 minutos