jueves, setiembre 01, 2005

Un aborto inesperado

angel


Itatí, llegó de sorpresa el Lunes, y dos días antes de su cumpleaños. Yo, recontenta pues me iba a ahorrar muchos soles en una llamada a Buenos Aires. La última vez que hablamos (un par de días atrás), dejó abierta la posibilidad de venir a Lima por unos cuantos días. Pero, por lo preocupada y ocupada que estaba con sus cosas, pensé que no iba a ser tan pronto.

Venía molida por el viaje. La acomodé en mi habitación. Durmió toda la tarde del lunes. No quise molestarla y salí con Valery. Lo que me llamaba la atención era su aspecto tan demacrado. Mucha gente que conozco y que vive por allá, luce más delgada; pensé que eran cosas de la dieta y traté de no preocuparme más de la cuenta.

El martes despertó con un dolor en las caderas. Desde hace una semana le aquejaba el mismo dolor. Le dije para llevarla a una clínica. Ella me pidió que no me preocupara que con un analgésico y con el transcurrir del día le pasaba. Y tambié, para calmarme, me dijo que siempre se le presentaban las similares molestias, días antes de su regla. Siempre era muy puntual, pero, ahora se estaba retrasando. Y esperaba que sólo fuera eso, una molestia por el retraso.

Itatí, siempre fue una chica alegre; muy valiente y se tuvo que bancar una terrible bronca con sus padres cuando apenas cumplió los 18 y decidió viajar a Argentina para hacer su vida por esos lares.

Ya desde el colegio demostraba sus dotes artísticas. Siguió un taller de teatro; soñaba con ser actriz, por lo que decidió viajar a Buenos Aires a seguir estudios y hacerse un "huequito" por allá. En abril, pude verla. Esa cantaleta, dejo argentino era inconfundible pero en el fondo conservaba lo peruanísimo de su espíritu. Llevaba en Buenos Aires un año. Estudiaba teatro y danza. Tenía un piso que pagaba con su trabajo de recepcionista a part-time en una empresa aérea. Se presentaba a castings, periódicamente, buscando su gran oportunidad, hasta el momento esquiva.

En nuestra última comunicación telefónica me contó que se había mudado con Fabián, un chico argentino; que en los primeros días de convivencia se mostró muy atento y amoroso. Pero, al pasar el tiempo su carácter cambió. También Itatí es algo temperamental, por lo que el fin era esperado. Lo que no cabía dentro de mi lógica era su tan inesperado retorno a Lima y su ánimo y predisposición de quedarse acá definitivamente.

Por lo cansada que lucía, decidí no hacerle tantas preguntas, primero quería que se sintiera cómoda y relajada, después ya hablaríamos.

Un grito llamó mi atención y fui corriendo al cuarto de baño. Le toqué la puerta varias veces pero no me abrió. Estaba muy preocupada. Un par de minutos después abrió la puerta. Tenía los ojos muy abiertos y estaba totalmente muda. Con su mirada me señaló al water. Fui a ver y me topé con algo que nunca había visto. Dentro de la taza estaba un feto. De primera vista me impactó. Tenía sus formas perfectamente definidas, me pareció inhumano que estuviese en aquel lugar. Venciendo mis temores, mi asco, mi no se qué, lo cogí con las manos... No tenía con qué envolverlo. Busqué una toalla, traté de limpiarlo y lo envolví con ella. Itatí no lucía nada bien, tenía que llevarla a la clínica. Pero la criaturita... Sólo atiné a ponerlo en el refrigerador; paré un taxi, hecha una loca, en medio de la calle y la llevé a la clínica. Allí, le practicaron un legrado vaginal. A pesar de la anestesia sentía perfectamente como removían su interior. Espere horas en el hall. Llené algunos papeles y nos retiramos del lugar a las siete de la noche. La acomodé en mi cuarto. Estaba muy tranquila; no parecía cansada. Me comentó, sin que le preguntara, que había tenido problemas serios con Fabián, por lo que decidió venir. Pero, lo que no sabía, y me lo juro por las dudas, era que estaba embarazada.

Pensé en el feto, en el niño, en aquella pequeña criaturita que ahora yacía en mi refrigerador. Fui a ver. No dejaba de llorar al verlo, tan pequeñito, quizá diez centímetros; tenía todas sus formas perfectamente definidas. Podía verles las costillitas, sus piernitas y sus ojitos. Estaba sola en casa y no sabía qué hacer. Recordé una peli y lo puse en un recipiente plástico lleno de alcohol.

Traté de no hablar al respecto con Itatí. Pero, al contrario de lo que esperaba, lucía hasta tranquila con aquel desenlace. Me dijo que aquello era una sorpresa para ella, que no pensaba tener un niño todavía y que tampoco se sentía culpable por el aborto. Me llamó la atención lo duro de su carácter. Ya que estaba con esa actitud, le pregunté qué ibamos hacer con la criatura. La pregunta quedó volando sin respuesta a la vista. Después de una tensa calma, Itatí me recordó aquel lugar al que íbamos de niñas: Un pequeño cerro, cercano a su casa, con una cruz sobre ella; al que íbamos para observar como los niños volaban sus cometas. De sólo pensar que aquella criaturita en unos pocos años podría estar corriendo y volando una cometa en aquel lugar me conmovió y me hizo llorar como a una tonta. No estaba al principio de acuerdo, pero Itatí, mucho más fuerte en carácter que yo, sin lágrimas ni nada, me dijo que mantuviera el secreto y que lo haríamos apenas se sintiera mejor para subir aquel cerro.

Ayer, "celebramos" su cumpleaños en un ambiente lúgubre... Sin palabras.

7 Comments:

Blogger |_Bonny_| Dijo...

Que triste esa historia. Me trae recuerdos. Y tu amiga, se quedo en Lima? No volvio a la tierra de los gauchos? Que pena en verdad.

9:53 a. m., setiembre 01, 2005  
Blogger Tu mami Dijo...

OMG!!!... Cuida a tu amiga, no vaya a caer en depresion luego.

Suerte!

4:53 p. m., setiembre 01, 2005  
Blogger Pati Difusa Dijo...

wow que fuerte la historia. Pero que fuerte tu amiga. Cosas que pasan.

5:11 p. m., setiembre 01, 2005  
Blogger Beba Newmann Dijo...

Apenas ocurrió el martes y siento que está entrando en una onda depre. Estaremos a su lado.

5:41 p. m., setiembre 01, 2005  
Blogger Beba Newmann Dijo...

Y si funciona Eli...

5:41 p. m., setiembre 02, 2005  
Anonymous Anónimo Dijo...

No se que pensar, yo creo que tu amiga sì sabìa que estaba gestando, y te escribirè el por que, mi empleada hace poco estuvo en proceso de gestaciòn, cuando ella tenìa ya 8 semanas de gestaciòn, se inyectò hormonas, sabiendo en que estado se encontraba ella, y dejame decirte que ella tuvo los mimos sintomas que tu amiga, e igual el bebè o mejor dicho el feto saliò cuando ella fue a los SS.HH. a miccionar, asì que eso de que tu amiga no tenìa ni idea pues no creo que sea cierto!...ademàs estoy segura que ella lo hizo por que no querìa nada que tuviera con el tal Fabian, por que ademàs los Argentinos la mayorìa son una mierda como personas, yo lo sè y lo digo por que mi ex es Argentino y es una mierda como persona

10:28 p. m., setiembre 25, 2006  
Anonymous SAMMY Dijo...

HOLA SI ES MUY TRISTE TU HISTORIA Y OPINO COMO VANESSA ELLA SI SABIA Q ESTABA GESTANDO POR Q YA PARA Q EL FETO ESTUVIERA FORMADO COMO LO DESCRIBISTE A LO MUCHO TENDRIA UNOS 4 O 5 MESES PERO PUES YO CREO Q NOSOTROS NO SOMOS QUIEN PARA JUSGAR CADA QUIEN TIENE DERECHO A DECIDIR SOBRE SU CUERPO Y SU VIDA... SUERTE!!!

6:36 p. m., diciembre 13, 2009  

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