Frustraciones y esperanzas

Ésta noche (anoche) sentí la frustración por partida doble. Quise hacer un manual práctico para crear un radioblog pero me quedó la instisfacción y la sensación de tener las manos atadas al no poder hacerlo a un nivel decente y más aún cuando me vi forzada a usar el odioso link a otra página que también explicaba como crear uno. Bueno, tal véz un día puede hacerme del manejo de cuestiones técnicas para hacer algo que me satisfaga plenamente. Mi estado de ánimo pasó de malo a pésimo cuando en la tele escuché al infame "premier por un dìa" (Olivera) cargando sobre sus hombros todo el mérito de la recuperación de la democracia. Me cae antipático y no por una cuestión personal sino por lo caradura que es esa persona. No lo considero un recuperador de nada sino de un manipulador a carta cabal. Me parece uno de los polìticos peruanos más patéticos de la historia, y eso que hay muchos de su misma catadura moral. Parecía estar en campaña y yo que no encontraba el control remoto entre mis sábanas. La campaña recién empieza, voy a tener que soportar ver a Lourdes bailar y de comilona, a Alan García contradiciéndose cada día y a decenas de escuderos tratando de levantar la imagen presidencial con un despilfarro de dinero que bien serviría para levantar veinte colegios, subir el sueldo a los maestros y mejorar la alicaída educación nuestra. Tuve que levantarme de la cama y cambiar manualmente a Cartoon Network, si me voy a reir al ver la tele, pues, yo escojo el programa... ¿Aniñada, oí por ahí? Sí y qué...

Sin embargo, sin embargo, también hubieron hechos rescatables. No todo puede ser tragicomedia y mal gusto en mi vida. Asistiendo a mis consultas mensuales al hositales conocí a Verónica. En realidad, ya la conocía de tiempo. Pues, coincidimos en la consultas cada mes. Ambas, nos tratamos del mismo problema: Epilepsia, desde hace cuatro largos años. Habíamos conversado en unas cuantas ocasiones pero ahora con más calma. Prácticamente, hemos crecido juntas en todos éstos. En realidad, siempre corrigiéndome, ella ha crecido más que yo. Cuando la conocí tenía cuatro o cinco años y ahora ya tiene 9. Hablando me enteré que tenía problemas de lecto-escritura, además de un problemilla para pronunciar algunas palabras. Le conté que a su edad tuve problemas similares y la lectura me ayudó mucho. Cogía un libro y sin la presión de gente alrededor leía, pausadamente, hasta que llegué a un nivel aceptable. De esos ejercicios me quedó la afición por leer. Verónica, es algo flojita para leer pero le gusta la internet, así es que le hablé de mi hobbie: publicar en internet. Obviamente, no le di la dirección de mi blog por los contenidos inadecuados para una niña de su edad pero le hable de la posibilidad de crear un blog para que ella escribiese. Como las espera para la consulta es realmente larga fuimos, con permiso de su mami, a una cabina pública, a una cuadra del hospital. Le creé una cuenta en blogger y escribió unas cuantas líneas. Yo le ayudé en las cuestiones de puntos y comas. Como el tiempo quedó corto, tuviemos que regresar a la consulta, y quedamos para, visitarla, otro día.

Ayer, después del trabajo fui para su casa. En una cabina pública le enseñé su nueva página, le gustó la radio que le puse con algunas canciones que me dijo le era de su agrado y otras que añadí por mi cuenta (canciones de Nubeluz, Xuxa y de Yola, que supuse le gustarían, pero no... Bueno, no siempre se atina). Le coloqué un puntero de Kitty y le enseñé como utilizar su cuenta. La idea es que ella escriba, luego yo le corrijo vía mail, ya que ella vive en Villa el Salvador y yo en Surco. Scaneamos fotos y las colocamos en su blog con la intención que las describies pero eso para otro día. Paso a paso, sin presiones. Tiene que adecuarse al teclado y adentrarse de a pocos a la redacción bajo mi supervisión a distancia, como un juego. Es lamentable, observar en algunas conversaciones, vía MSM, los flagrantes errores ortográficos y no hablo de gentita pequeña, ¿eh? sino de profesionales en todo el sentido de la palabra. Particularmente, éstos detalles me aterran y me dicen mucho de la persona con quien hablo, es como verle los zapatos sucios o una mirada pecaminosa en ciernes...

Le entusiasmó la idea a Verónica. Una niña linda de condición humilde pero con ganas de jugar y aprender. Voy a ver cómo me va con el experimento para luego informar. Lo que me llama la atención de esta niña es su fortaleza al enfrentar esta enfermedad: juega, ríe, salta y yo la envidio. Yo, a esa edad, y con el diagnóstico a cuestas vivía entre algodones y con un médico y un cura cerca.

Después de todo, las frustraciones tienen una contraparte que es la esperanza, que tiene nombre: Verónica. Saludos nenita.