"¿Felación es igual que felonía?"
"¡¡¡...Hey...!!!, ¿Felación es igual que felonía? !Beatríiiiiz...!!! ¿Felación es igual que felonía? !Ya pues, respóndeme por favor! Mueve la cabeza, sí o nó...Porfa...". Una vocecilla apagada, suplicante, apenas audible, había pasado en vuelo rasante por sobre mi hombro y surcando el espacio sobrevolaba, ahora, dentro de los límites de mi espacio y sentido auditivo. Era la quinta pregunta que llegaba de la misma manera y todas provenientes de una misma persona: María Angélica.
"María Angélica, no por favor... Mira que el exámen está facilito, no me hagas esto, no me comprometas. Te lo ruego, te lo pido por favor... ¡Por favor, no jodas!", decía para mis adentros. María Angélica era una ladilla a la hora de los exámenes. Nunca estudiaba pero siempre sacaba muy buenas notas. Se las ingeniaba para acomodarse detrás de cada alumna destacada en un determinado curso. A veces sacaba la información en base a ruegos y otras, apelando, a la vil extorsión (trapitos sucios). Ahora estaba colocada tras mío en el examen de razonamiento verbal. Todos los exámenes que involucraban razonamiento y desgaste de materia gris le generaban ataques de ansiedad que hundían, generalmente, a la "ahogada" en referencia (María Angélica) y a su circunstancial tabla de salvación (en este caso, podría ser yo). En otros cursos no tenía el menor empacho en hacer uso de medios externos. No era muy inteligente pero si muy ingeniosa con los "plages". Por más sospecha que hubiese en su contra "nunca" le descubrieron prueba alguna... Pero, siempre hay una primera vez ("nunca" digas "nunca") y casi siempre muy dolorosa...
El profesor Cabrera junto con el profesor Rosales, eran, los únicos representantes del género masculino dentro de las paredes de este "medieval" colegio católico. La madre Margarita, directora, tenía particular ojeriza con el desenvolvimiento académico y con el trato del maestro -Cabrera- con las alumnas (nosotras), pero "nunca" le dio un motivo válido..., hasta que..., nunca digas nunca..., como ya adelanté, siempre hay una primera vez para todos...
El profesor Cabrera no era alto ni guapo ni joven pero venía provisto de un carisma de fábrica (con baterías incluídas). A cada clase llegaba acompañado de su infaltable panza de rata que delataba su indisposición para con los ejercicios y su predilección para con las bebidas hechas a base de cebada y afines.
Él, siempre siempre risueño, matizaba sus clases de historia con anécdotas acaecidas durante sus recorridos, "procesionales", por el Perú profundo. Asimismo, nos hacía partícipes y confidentes de sus más descabelladas teorías sobre el origen de todos los males del Perú (Eso sí, el sólo desnudaba las debilidades nuestras: "de la soluciones que se encarguen otros", decía). Solía conducirse muy bien con el resto del personal docente y hasta se daba el gusto de jugarle algunas bromillas a las, siempre circunspectas, Hermanas. Era un cholo tosco y orgulloso de sus raíces, totalmente opuesto al profesor Rosales.
El profesor Rosales, por su parte, dictaba el curso de Arte y Dibujo. Motocito, manipulable y totalmente condescendiente con todas (Hermanas y alumnas). Un día que tocó presentación de trabajos, todas nos habíamos agolpado alrededor de su escritorio (hecho muy frecuente). Discutíamos sobre las notas que le corresponderían a cada uno de nuestros dibujos. Yo le pedía un veinte por mi réplica casi exacta de las "Les Demoiselles" de Picasso, mientras que el resto porfiaba porque me impusiera una nota mucho menor. Al final, me tuve que contentar con un discreto e impar diecisiete. Hicimos tanto barullo que, de seguro llegó con prisas hasta la sala de Música donde se encontraba Miss Chichí impartiendo sus clases de canto. Sabíamos que era una hipócrita y lenguaráz de pacotilla y en aquella ocasión confirmamos nuestras sospechas.
Y ocurre que en pleno laberinto y jaleo, ingresa Miss Chichí hecha un pichín (para que rime). En su rostro se veía toda la amargura dibujada con cientos que rayitas que surcaban su rostro. Todas, espantadas con la súbita aparición nos refugiamos en nuestros asientos (similar a los soldados en sus trincheras en espera de fuego cruzado). Miss Chichí, pasó por entre medio de nosotras y se dirigió directamente hasta el escritorio del profesor Rosales. Él parecía temblar y tenía la boca abierta como embobado. Sin aplicarle anestesia le aguijoneó con sus palabras. Lo menos que le dijo fue: "serrano incompetente". Al resto de "palabras" y "frases célebres" o les coloca un beep o un cartelito de censurado... El profe no atinaba a nada, apenas farfullaba incoherencias que nada tenían que hacer contra el lenguaje "florido" (de ajos y cebollas) de Miss Chichí (decía que era francesa y de seguro que lo era porque soltó algunas palabrotas en esa lengua y que yo no entendí). Ninguna de nosotras metió su cuchara en la discusión, pues, si lo hacía de seguro que recibía un cacerolazo por sobre la cabeza. El rostro del profe, rosadito como culito de bebé parecía, ahora, estar en el infierno (y en pleno verano infernal, ¡Eh!), tenía un tono rojizo intenso y un manifiesto rictus de horror. Nos dio mucha lástima, era como ver a una mascotita zarandeada y pateada sin piedad. Miss Chichí era una hipócrita, aparentaba ser otra cosa y sólo era...
El Profesor Cabrera, no se había dejado maltratar de esa manera... Pero, esa es materia de una segunda parte. No vaya a ser que se aparezca el espíritu de Miss Chichí -se murió la pobre y me dijeron que el culpable fue su mal genio- y me haga pasar un mal rato. Nos vemos...
6 Comments:
que tal profesora! pobre profesor, lo que hace la falta de carácter
muy interezante tu blogs y te felicito continuare viendolo.
Y quiero invitarte a que veas el mio en el cual expongo temas de gran interes espero te guste.-
muy bkn tu blog y pues no se me gustaria hablar contigo xD tengo 14 años y pues te dejo mi email por si acaso bichitodeluz_cor@hotmail.com
De dónde salieron esas monjas revolucionarias ? es foto de verdad ?
la foto parece de una pela con el actor negro de "Al maestro con cariño"o me equivoco???
Como que le faltó amor propio al profesor sin carácter.
Y quien mal anda mal acaba la chichi se fue a la michi
Definitivamente el contador de Perublogs se volvió loquito, parece que multiplica mis visitas por tres... PROBLEMAS CON MI PC, cómo rayos le pongo sonido...
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