lunes, setiembre 26, 2005

Un domingo de Mierda

pira1



Domingo, día complejo, de buenos y malos momentos. Como todo en la vida: bueno y malo en la justa medida, y no me quejo. Lo "fregado" la lluvia y el frío "primaveral" que no nos dejan; sólo faltaba un temblor y ¿qué creen?, se dio y de manera grosera: vino sin avisar... Desde hace más de un mes que no se registraban temblores en nuestra capital. Los de aquel entonces, a pesar de lo seguido, eran ligeros, casi imperceptibles. Pero el de ayer -menudo movimiento telúrico-, fue realmente fuerte ¿eh? Cansada por lo agitado del día, reposaba tranquilamente viendo la tele, un leve movimiento, casi como un rumor, se dio de improviso. "Más ruido que nueces" -pensé- por lo que decidí no moverme ni hacer nada. Ofendido por mi desprecio -don temblor-, a los pocos segundos, volvió, se presentó un segundo movimiento (¡Horrible oye!): la casa temblaba tanto como yo y por lo largo -de la sacudida- pensé que iba a ser uno de los serios. "Patitas para que te quiero...", me levanté más rápido que volando: "Las mujeres y los niños primero...". Fui directamente a la puerta principal de casa, que sino estaba abierta la rompía a patadas, y no paré hasta colocarme en mitad de la calle a observar con resignación cualquier cosa. Medio vecindario estaba ya en la calle, sonriendo -una sonrisa colectiva y nerviosa- y mirando la reacción del otro. No pasó de un buen susto y yo tan sugestionable y cobardona. "Seguro que va a ver un cambio de clima...", -oí en la chillona voz de la Carmencita-.

A diario, actuamos por reacción, a veces maquinalmente con lo corriente de la situación y otra de manera inopinada con lo que nos sorprende... Como ayer... Ayer después de hacer algunas visitas domingueras, retornaba a casa en un bus, cuando de pronto subieron dos pequeños niños: uno con instrumento de viento y el otro con un pequeño charango. Tenían aproximadamente 10 o 12 años -con los niños de la calle por su alimentación tan descuidada se me hace difícil calculares la edad-, delgados, pequeños... Y que se pusieron a tocar. La música que salía de sus instrumentos era desordenada -la intención es lo que vale- pensé en darles una buena propina cuando pasaran por mi asiento. Pero, apenas se acercó uno de los muchachos pude sentir claramente un fuerte y asfixiante olor a terokal. Una sensación encontrada se apoderó de mí. Por un lado quería colaborar con los niños y por el otro pensabe que si les daba dinero éstos lo iban a malgastar en aquel terrible vicio. El niño insistía con una mirada de tristeza ensayada, aunque a ratos se mostraba impaciente y hasta desafiante. Sólo le di una moneda. A quien no remueve estas situaciones. Me sentí terrible. De alguna manera me metí en la piel de esos niños y pensé en el futuro que les esperaba...

En la mañana asistí a un festival de danza en el colegio de Micaela. Cientos de niños desarrollaban hermosas coreografías con danzas folklóricas. Me sorprendió un número -"Los Chunchos de Oxapampa- : pequeños niños formando una pirámide humana a tres niveles, el que estaba en la parte superior cogía una bandera peruana. Me pareció muy simpática la representación. Mucho colorín, mucha gente menuda, muchos padres, con camarita en la mano, corriendo orgullosos tras sus hijos. Me conmovieron esas escenas: el amor filial en su máxima expresión y tan a flor de piel. Este hecho contrastó definitivamente con lo que me tocó ver en el bus. Mientras unos tienen tanto amor para recibir otros carecen totalmente de él.

"Pirañitas", "niños de la calle", existen a raudales y muy poco se hace o se puede hacer por ellos. Es tan difícil reinsertarlos en una sociedad tan egoísta, tan pobre, tan poco afecta a inmiscuirse en cuestiones ajenas a su circular familiar y amical, que lamentablemente, el fin que les espera a éstos niños es ineludible y trágico. ¡Joder! ¡Qué frustración! Hay cosas que transforman el día y tu existencia en una mierda.

Leer:
http://www.iadb.org/idbamerica/index.cfm?thisid=2425
It´s Perú, Baby
travel.peru
foro

7 Comments:

Blogger Cara Carmina Dijo...

Oye que miedo lo del temblor!!!!!!

y por lo de los ninos de la calle... si concuerdo yo tambien creo que es mejor no darles dinero.. mejor comida o si no ir de voluntario o donarle a los halbergues... por lo menos lo usaran mejor...
buena semana!

8:13 a. m., setiembre 26, 2005  
Blogger Espergesia Dijo...

tienes razón es dificil reinsertarlos y sobre todo cuando hay tanta indiferencia. la verdad soy de la que no les da propina.

9:18 a. m., setiembre 26, 2005  
Blogger Herr Hauptmann Dijo...

Yo antes les daba algo, mas me di cuenta de la inutilidad de lo mismo al notar que:
1) Otro piraña más grande le quitaba lo que el más chico había conseguido ("Paco Yunque" deja-vu).
2) El piraña en cuestión se molesta y te amenaza por misio.
3) EN caso ,les des dinero, el/la "dealer" que es la marrona que en realidad los controla, se los quita en el acto.
4) El piraña recibe lo que le das, refunfuña y apenas avanzas unos metros lo tira en señal de desprecio.

Apuesto que si les regalo una lata grande de Terokal me hacen una estatua. Por eso, no les doy ABSOLUTAMENTE NADA.

A propósito, ¿Podrías quitar la sarta de pop-ups y demás propagandas?.

10:42 a. m., setiembre 26, 2005  
Blogger The Lizard King Dijo...

Es triste que mientras algunos niños juegan, van al colegio y son felices, otros se las tienen que buscar en la calle, se drogan y terminan por ahí, enfermos o asesinados.

Lamentablemente, como bien dices, reinsertarlos en esta sociedad está más difícil que lamerse el codo, a menos que uno haga realmente algo...yo no me vanagloreo de nada, pero al menos encontré una solución un poco más gratificante: regalarles algo de comer. (galletas, pan, lo que sea)

Al menos, dentro de toda la porquería, algo bueno hará, que será alimentarse con ese alguito que le diste.

11:59 a. m., setiembre 26, 2005  
Blogger Beba Newmann Dijo...

Espergersia, Herr, Lizard: Tienen razón. La indiferencia nos torna insensibles y cuando los tomamos en consideración es sólo para tener cuidado de ellos. No sé si leíste algunos links que coloqué en este post pero en algunos advierten -de entrada- a los turistas sobre el peligro de los "pirañas" como si se trata de realizar un tour al Africa o turismo de aventura. Los vemos como objetos al acecho de una fauna urbana y la impotencia de hacer algo por ello es enorme.
Los programas sociales encargados de rehabilitarlos son insuficientes y poco constructivos. La tarea es enorme.

12:10 p. m., setiembre 26, 2005  
Anonymous Anónimo Dijo...

miseria + indiferencia = lo que vemos cada en las calles y leemos en los periodicos

12:30 p. m., setiembre 26, 2005  
Blogger rafael Dijo...

ayer saliendo del cine con un pata y su enamorada, habían varios niños y niñas que pedían plata en la bajada al estacionamiento. apenas me vieron una niña me dice " me das 20 dólares?", pero en un tono recontra acriollado, me da mucha pena ver niños así, entonces le di una gaseosa que tenia en la mano, pero la recibió de mala gana. después cuando me aleje un poco me puse a ver como le caían en mancha a la gente, como si fuera un juego estar pidiendo plata a esas horas de la noche (11 pm).
Ellos no tienen la culpa de ser así, la necesidad, la pobreza y las autoridades son las culpables. Hay que ver si en la próxima campaña electoral algún candidato dice algo sobre los niños abandonados, pero es más fijo que no.

2:55 p. m., setiembre 26, 2005  

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